Hoy quiero compartirles algo distinto. Si estás aquí, probablemente ya sabes que vendemos libros. Pero quiero ser honesta contigo: amo mi trabajo no solo porque vendo libros, sino porque, a través de ellos, compartimos amor, empatía, creatividad, sueños y tantas cosas más que transforman vidas. Los libros son más que páginas; son oportunidades para conectar y enseñar valores esenciales.

Esta mañana tuve un encuentro que me dejó reflexionando profundamente. Corriendo entre la rutina diaria, subí apurada a un auto de transporte colectivo. Como muchas mañanas, el ritmo me tenía agotada. Al sentarme, saludé al conductor de forma cordial, pero no tenía ganas de hablar. Sin embargo, él, con simpatía, inició una conversación que pronto se transformó en una charla llena de empatía y comprensión.

Entre risas y anécdotas, descubrí que también era padre de tres hijos. La conexión fue inmediata: ambos compartíamos los desafíos de criar y educar desde el amor y la firmeza. Pero lo que realmente me tocó el corazón fue escuchar su historia como inmigrante y cómo él y su familia enfrentaron las adversidades al llegar a un nuevo país.

Sus hijos tuvieron que adaptarse a una nueva cultura, aprender nuestras costumbres y superar barreras sociales. Él me relató, con una mezcla de orgullo y nostalgia, cómo una de sus hijas adoptó nuestros modismos chilenos, encontrando finalmente su lugar. Pero detrás de esa adaptación había un camino de desafíos, dudas y momentos de dolor que muchas veces como padres quisiéramos evitar para nuestros hijos.

Esta conversación me recordó el libro La Frontera, escrito por Alfredo Alva y Deborah Mills, con ilustraciones de Claudia Navarro. Es una historia real, conmovedora, que narra el viaje de un padre inmigrante y su hijo, enfrentando dificultades para encontrar un lugar donde estar juntos. Es un relato cargado de emociones que invita a reflexionar sobre el respeto, la solidaridad y la empatía.

Como mamá, sé que el mejor regalo que podemos darles a nuestros hijos es enseñarles a tratar a otros con amabilidad y comprensión. La Frontera es más que un libro; es una herramienta para abrir conversaciones importantes y sembrar valores desde pequeños. Ideal para niños de entre 4 y 10 años, es una forma hermosa de mostrarles que las diferencias nos enriquecen y que la empatía puede cambiar el mundo.

Te invito a descubrir esta historia en nuestra página web y, con ella, a sembrar semillas de amor y respeto en tu familia. Porque creo firmemente que podemos construir un mundo mejor, y los libros son aliados poderosos para lograrlo.

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